Bienvenidxs.


~ No me estanco. Si quiero celeste, mezclo azul y blanco

Actualmente...

martes, 10 de marzo de 2020

Sentirse cómoda

Me es algo complejo volver a escribir en otra parte que no sea el papel. Me gusta escribir, hablar y manifestar mis opiniones aunque a veces me cuestiono y siento las "mil culpas" por ser para muchas personas, un ser desagradable que no tiene muchas veces ese famoso filtro. Pero yo me pregunto ¿por qué acomodarme en la incomodidad de las demás personas? ¿acaso debería esforzarme por retener mis intensidades, ya que no son aceptadas desde los patrones conductuales ajenos? He vuelto, a modo público. He eliminado algunas entradas que tengo y tenía escritas desde el 2013 y siendo sincera los seguidores de este blogger son personas que ni conozco y ni me conocen, así que bajaré la intensidad de lo personal a algo más trivial quizá para ustedes, pero para mi todo es importante... es por eso que tengo planner, post it, diarios de vida. Quizá el problema soy yo y mi ansiedad generalizada, pero vuelvo a insistir... no me voy a culpar de nada, ni de mis obsesiones ni de mis crisis... creo que tengo derecho a irme y volver las veces que se me plazcan.
¿Hablemos de algo en específico? Lo siento, soy dispersa. 
¿Sabías que ese conjunto de rasgos se forman en plenas tempestades? yo básicamente soy más carácter que arterias. Chile y las personas han vivido un proceso transversal desde el interior y he aprendido a no cuestionar y más bien, aceptar. Me pasa que también estoy sintiendo un montón de emociones super importantes, en donde llegué al punto de inflexión de querer cambiar mi vida, fortalecer mis talentos e incluso eliminar malas costumbres. Sin dejarme gobernar por el deseo ajeno, sigo conociéndome y la verdad ha sido súper satisfactoria la sensación que tengo en el corazón. Las mañanas cobran sentidos más optimistas que antes, porque ser una persona depresiva por herencia y condiciones no es una lucha cualquiera. Y tampoco es una gracia, ni un trofeo... por si pensaban que decirlo era para figurar, sólo quiero contextualizar mi mente y aceptarme todos los minutos posibles. 
También he aprendido a permitir la pena como un proceso de conciencia absoluta, quebrando los relatos de mi estructura construida en base de pura hostilidad. La verdad, he aprendido a soltar cadenas de incesante culpa, no son mías. Aquí vamos... a luchar por sentirme cómoda, cómoda en este caótico plano, que siempre he pensado que es lo que merecemos... no así, lo que debemos permitir que nos condicione y nos duerma.
En mi última terapia, sentí a mis maestros forjando las herramientas que ya dispongo para un fin más específico; me dijeron que mi propósito era netamente dar amor incondicional sin importar las circunstancias. Lógico, sin romantizar o ir más allá de lo normal. Y francamente, me he sorprendido un montón al entender ese proceso de amor como algo que no me pertenece. Me siento tremendamente agradecida y por qué no decirlo, orgullosa de ese crecimiento personal que nunca pensé que sería tan sorpresivo, orgánico y enriquecedor. 
Es por esto, que empezaré a despertar esas ganas inmensas de decir tanto, a favor de comunicar(me) todo. Total, para eso me estoy formando y aunque no lo estuviera estudiando, lo haría igual. 
Cabe mencionar que soy transeúnte, un pasajero más. Ando de caminata por la vida... quizá dónde nos encontremos después, cariño. Y llego al punto de nuevo, al de la manía de la introspección y su cuestionamiento. Entonces, todo termina en la misma pregunta y respuesta trivial. 
¿Lo importante? sentirse cómoda. 

Kari


2 comentarios:

Gracias